Comience por dar a su hijo durante la infancia todo lo que él quiera; así crecerá con la falsa idea de que todo mundo tiene que servirle.
Cuando aprenda malas palabras, celébrele "el chiste"; así creerá que es "muy gracioso" y lo estimulará a aprender otras GROSERIAS que le sacarán a usted de quicio en unos años más.
Nunca le dé educación espiritual; espere a que su "niño" cumpla 21 años para que "decida por sí mismo".
Evite usted el uso de la palabra "malo" o "pecado"; podría crearle un complejo de "culpabilidad".
Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, para que "aprenda bien" a dejar toda responsabilidad a los demás.
Déjele leer historietas, noveluchas, pornografía y cuanta cosa caiga en sus manos; así su cerebro, lleno de inmundicia, se desarrollará sin "prejuicios".
Tenga demasiadas "juntas" por las noches y riña con su cónyuge en presencia de sus hijos; así éstos no sentirán el "terrible choque" cuando sobrevenga el divorcio o separación.
Déle todo el dinero que le pida y cúmplale sus caprichos; al negárselos podría crearle un complejo de "frustración".
Póngase siempre de su parte contra los vecinos, profesores y cuando venga el caso, contra la policía; todas estas personas le tienen "mala idea" a su hijo.
Nunca se preocupe por darle buen ejemplo y cuando alguien le busque a usted y no quiera ser interrumpido, ordénele que diga que "no está" para que desde pequeño aprenda a "salir de apuros".
Luego de seguir estas instrucciones, prepárese para una vida "de tranquilidad". Usted se la merece. Y cuando "su niño" sea un delincuente, apresúrese a exclamar: "¿Qué pecado habré cometido, Dios mío, para merecer esto?".
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