Madre. Vencedora de mi olvido,
en mi mente apareces cada instante,
Tu ausencia dolorosa, yo no acepto,
Te pienso presente mi Esperanza;
fortaleza, camino, amor, crisol de vida!
He visto la luna en los inviernos, tan clara,
tan eterea, tan igual, tan permanente,
no quiero creer que estas ausente,
no puedo aceptar tu triste muerte
me embarga la tristeza y la nostalgia
de no tenerte a mi lado. Madre mía.
El alma se desborda por mis ojos y,
Estos buscan inconscientes tu regazo
Para consolarme como niño en un abrazo.
Cansado de tu ausencia; ya inconsciente,
pronuncio desesperado tu nombre
siento mi pecho agitado, entonces...
en el vacío que me dejo tu ausencia toman
vida mis recuerdos gratos.
De la niñez, feliz, despreocupada,
Así florece tu imagen día a día.
Se me torna hermoso el tiempo tormentoso
al recordar, tus ojos, tus caricias, tus palabras,
tu sonrisa y tus labios que con besos rozaban
mis mejillas.
Nunca estarás olvidada, Madre, por siempre
te recuerdo cada día.
en mi mente apareces cada instante,
Tu ausencia dolorosa, yo no acepto,
Te pienso presente mi Esperanza;
fortaleza, camino, amor, crisol de vida!
He visto la luna en los inviernos, tan clara,
tan eterea, tan igual, tan permanente,
no quiero creer que estas ausente,
no puedo aceptar tu triste muerte
me embarga la tristeza y la nostalgia
de no tenerte a mi lado. Madre mía.
El alma se desborda por mis ojos y,
Estos buscan inconscientes tu regazo
Para consolarme como niño en un abrazo.
Cansado de tu ausencia; ya inconsciente,
pronuncio desesperado tu nombre
siento mi pecho agitado, entonces...
en el vacío que me dejo tu ausencia toman
vida mis recuerdos gratos.
De la niñez, feliz, despreocupada,
Así florece tu imagen día a día.
Se me torna hermoso el tiempo tormentoso
al recordar, tus ojos, tus caricias, tus palabras,
tu sonrisa y tus labios que con besos rozaban
mis mejillas.
Nunca estarás olvidada, Madre, por siempre
te recuerdo cada día.
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