martes, 22 de noviembre de 2011

Teresa de Calculta



Ganxhe Agnes Bojaxhiu -nombre de la Madre Teresa de Calcuta- nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, capital de la actual Macedonia, que en aquel entonces era una pequeña ciudad de 20.000 habitantes bajo dominio turco, pero que había pertenecido durante mucho tiempo a Albania. Se crio en el seno de una familia católica albanesa. Ella lo expresaba con estas palabras:
“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”.

La Madre Teresa de Calcuta recibió desde muy pequeña las enseñanzas religiosas de su madre. Drane Bojaxhiu, La repentina muerte de su padre Nicola, en 1918, dejó a la familia en una gran estrechez financiera, quedándose la madre al frente de la familia, quien crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo notablemente en el carácter y vocación de la Madre Teresa. Siendo aún una niña, ingresó en la Congregación Mariana de las Hijas de María, donde inició su actividad de asistencia a los más necesitados. A los dieciocho años abandonó para siempre su ciudad natal y viajó hasta Dublín (Irlanda) para profesar en la Congregación de Nuestra Señora de Loreto. En ese lugar recibió el nombre de Hermana María Teresa. Tiempo después viajó hacia India, donde enseñó en la Escuela para chicas "St. Mary" y en mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión convirtiéndose en “esposa de Jesús” y desde ese momento comenzó a llamarse Madre Teresa de Calcuta. En 1944 se convirtió en la directora de la escuela y cuatro años más tarde, en 1948, obtuvo la autorización de Roma (Ciudad del Vaticano, Roma, Italia) para dedicarse al apostolado en favor de los pobres. En 1950 la Madre Teresa de Calcuta fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad, aprobada en 1965 por Pablo VI. Las integrantes de esta congregación, que debían sumar a los votos tradicionales el de la dedicación a los "más pobres de entre los pobres". Los años que siguieron fueron de rápido desarrollo, recibió numerosas distinciones en apoyo a su obra. En 1962 el Premio Indio Padmashri, el Premio Templeton en 1973 y el Premio Nobel de la Paz, en 1979 entre muchos otros. Durante los últimos años de su vida y a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, La Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas.
El 5 de septiembre de 1997, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin y menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II la beatifico en octubre del 2002.

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