jueves, 1 de diciembre de 2011

Origen de los Seres Humanos

Cuando el Señor Tlalocán dio la orden de que todas las cosas brotaran sobre la Tierra, así se hizo. Las montañas se pintaron de verde con las yerbas tiernas, y todos los animales aparecieron.
—¿Quién va a disfrutar de tanta riqueza? ¿Quién podrá utilizarla? -se preguntaba el Señor Tlalocán.
Entonces decidió crear dos seres con más entendimiento que el resto de los animales. Quería que el hombre mandara sobre lo que ya estaba y utilizara el mundo. La mujer se ocuparía de hacer el nido y le ayudaría. El Señor Tlalocán decidió esto y los dejó ahí. Luego se puso a espiarlos pero nada ocurría. Andaban como sombras y ninguno se acercaba al otro.
-¿Qué haré? -se preguntaba.
Intentó varias trampas para obligarlos a acercarse sin ningún resultado. Por fin un día dio con la solución:
Juntó un puñado de piojos y puso una parte en la cabeza del hombre y la otra en la de la mujer. Luego se sentó a esperar. Y como una persona no sabe despiojarse sola, el hombre y la mujer, después de rascarse y rascarse, se comenzaron a espulgar el uno al otro. Largas horas pasaban hurgándose la cabeza entre sí. Y al fin comenzaron a hablar y sus conversaciones eran cada vez más de corazón, al fin un día se unieron y de ellos nacimos todos los que estamos en esta tierra.

Mito Mexica (Azteca)

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