Por la bondad de mis amigos, reconocí a las personas.
Por la generosidad de mis amigos, salí al encuentro de los otros.
Por la ternura de mis amigos, descubrí la belleza de todas las cosas.
Por la fortaleza de mis amigos, acepté el sufrimiento.
Por la paciencia de mis amigos, rompí con el ateísmo inútil.
Por la fe de mis amigos, tomé el fracaso como un don.
Por la responsabilidad de mis amigos, asumí la misión con nuevo vigor.
Por el cariño de mis amigos, desperté hacia sentimientos más nobles.
Por la angustia de mis amigos, aprendí a rezar.
Por la simplicidad de mis amigos, percibí el candor de las crianzas.
Por la sabiduría de mis amigos, distinguí lo auténtico de lo falso.
Por el coraje de mis amigos, emprendí nuevos caminos.
Por los altibajos de mis amigos, comprendí las flaquezas.
Por el amor de mis amigos, superé el temor de recomenzar el diálogo.
Por la fidelidad de mis amigos, creí en la lealtad de los hombres.
Por la alegría de mis amigos, contagié al mundo con sonrisas.
Por el dolor de mis amigos, acepté el límite de la libertad.
Por la misericordia del AMIGO, agradecí el don de la vida.
Anónimo
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